Son pocos los artistas que se desenvuelven con maestría en los mundos paralelos del realismo figurativo y la experimentación conceptual de la materia. Víctor Goikoetxea es uno de ellos. Su refinamiento pictórico, resultado en gran medida de los trabajos realizados para la Ópera de París y para las grandes maisones de la alta costura francesa, lo ha posicionado como el restaurador de referencia a la hora de recuperar el brío de edificios históricos.
Por otra parte, los proyectos llevados a cabo con arquitectos de renombre, le han abierto la puerta al uso matérico innovador, a la experimentación continua; en definitiva, a la vanguardia artística.
La creatividad, pasada y futura, cobra fuerza en manos de Goikoetxea. Sus proyectos ya realizados son sólo una introducción a su capacidad de desarrollar obras singulares que transforman el espacio en arte.